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Led Zeppelin, a menudo aclamado como el supergrupo inaugural del rock, presentó un cuarteto de virtuosos, cada uno de los cuales aportó una habilidad incomparable a la banda.
Jimmy Page, tras la disolución de The Yardbirds, seleccionó a los músicos de élite de Inglaterra para formar un nuevo conjunto, con John Paul Jones añadiendo un sabor único con sus líneas de bajo. Los legendarios riffs de guitarra de Page se complementaron perfectamente con el bajo preciso y dinámico de Jones, creando una interacción musical dinámica.
Jones y Page, ambos músicos de sesión experimentados, tenían distintos enfoques para sincronizar el sonido de Led Zeppelin. Mientras que John Bonham se relajó en el ritmo y Page empujó hacia adelante, Jones ancló el ritmo, perfectamente centrado, impulsando la música con una consistencia inquebrantable.
El álbum debut de Led Zeppelin, una mezcla de estándares de blues y originales pioneros, marcó el amanecer del hard rock. Temas como ‘Communication Breakdown’ y ‘Dazed and Confused’ fueron revolucionarios, mostrando las innovadoras técnicas de guitarra de Page, incluido su uso de arcos en las cuerdas.
Jones, versátil en su sonido, se enfrentó a desafíos con ‘Good Times Bad Times’, la introducción de la banda al mundo. A pesar de su estructura de blues aparentemente sencilla, Jones encontró el ritmo esquivo al principio. Reflexionando sobre la canción años más tarde, admitió a Rolling Stone en 2007 que era el riff más desafiante que había creado, enfatizando su dificultad en la interpretación.
Page también reconoció el impacto de la canción, señalando en Guitar Greats cómo el patrón de batería de John Bonham engañó a muchos haciéndoles creer que usaba dos bombos en lugar de uno. La complejidad de la canción, especialmente el riff que Jones y Page tocaron juntos, involucró intrincados saltos de cuerdas que exigían transiciones rápidas de arpegios a acordes potentes.
Jones dominó este desafiante riff con aparente facilidad en el estudio, anclando el sonido de la banda e incluso entregando destacados licks principales durante las pausas instrumentales y conduciendo al explosivo solo de guitarra de Page.
Las contribuciones de Jones a la complejidad de Led Zeppelin no terminaron ahí. Para su cuarto álbum, compuso el riff central de ‘Black Dog’, una pieza caracterizada por un compás complejo que momentáneamente da la ilusión de que la banda está fuera de sincronía, solo para unirse poderosamente en el downbeat. A pesar de su avanzada comprensión musical, Jones señaló con humor que incluso él inicialmente lidió con las complejidades de sus propias creaciones.