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El emblemático himno de Twisted Sister, “I Wanna Rock”, siempre ha ocupado un lugar destacado en la memoria de los fanáticos del rock. A pesar de haber estado al borde de la exclusión en el álbum ‘Stay Hungry’, la canción logró perdurar como un ícono. Lo que pocos conocen es el fascinante rasgo característico de Iron Maiden que sirvió de inspiración para este clásico.
En una reveladora entrevista con VPR Rocks, Dee Snider, el líder de Twisted Sister, compartió detalles sobre la creación de “I Wanna Rock”. En el proceso de composición en 1983 para el álbum ‘Stay Hungry’, Snider se propuso fusionar el distintivo galope de Iron Maiden con la esencia de un himno para cantar a coro. Inspirado por Slade en la creación de himnos, Snider buscaba combinar la poderosa energía metálica de Iron Maiden con elementos que invitaban al público a unirse en coro.
Durante la grabación, Snider recordó cómo, al emular el característico galope de Iron Maiden, se encontró inesperadamente bailando. Este momento espontáneo marcó el inicio de “I Wanna Rock”. Después de revisar varias ideas, Snider seleccionó las más prometedoras, y tras la votación de la banda y el equipo, “I Wanna Rock” aseguró su lugar en la lista final.
Snider, quien había colaborado con el exbaterista de Iron Maiden, Clive Burr, en Desperado, compartió con Burr su reconocimiento por la influencia en el ritmo de la canción. Sin embargo, lamentó que Burr no recibiera el crédito que merecía como compositor, dado que su nombre no figuraba en los créditos.
El vocalista rememoró con afecto la época en la que Burr y Steve Harris crearon el característico ritmo de “Run To The Hills”. Snider destacó la creatividad única de Burr al desarrollar el distintivo ritmo de batería, una contribución que definió el sonido de Iron Maiden. Burr, sin embargo, se sintió infravalorado por no recibir el reconocimiento adecuado por su notable aporte.
La conexión entre Iron Maiden y el clásico de Twisted Sister, “I Wanna Rock”, resalta la riqueza de la influencia musical entre bandas icónicas. La historia revela no solo la creatividad de Dee Snider, sino también la importancia de reconocer a aquellos cuya contribución a menudo pasa desapercibida en la industria musical.