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Gene Simmons, el icónico bajista de KISS, declaró en 2014 que el rock estaba muerto, y tras una década, su opinión no ha cambiado. En una entrevista reciente en The Zak Kuhn Show, Simmons explicó por qué sigue manteniendo esta postura, argumentando que el género ha perdido el impacto cultural que solía tener.
La base del argumento de Simmons
Simmons compara la riqueza musical de 1958 a 1988 con el periodo posterior. “Durante esos 30 años tuvimos a Elvis, The Beatles, Rolling Stones, Jimi Hendrix, Pink Floyd, David Bowie, Madonna, Prince, y bandas como Led Zeppelin, Genesis y AC/DC. Fue una era dorada”, afirmó. Pero al analizar los últimos 35 años, Simmons cuestiona: “¿Dónde están los nuevos Beatles?”.
Cuando el entrevistador mencionó a Nirvana como un ejemplo, Simmons respondió contundente: “Amo a Nirvana, pero si le preguntas a un joven de 20 años quién era el bajista o que cante una canción, probablemente no pueda”. Según él, bandas como Pearl Jam o Foo Fighters tampoco alcanzan el nivel de reconocimiento global que lograron los íconos del pasado.
La cultura de las camisetas y la desconexión generacional
Simmons ilustró su punto con una anécdota protagonizada por su hijo, quien conversó con una joven que llevaba una camiseta de los Rolling Stones sin saber quiénes eran. Para Simmons, este fenómeno refleja una desconexión cultural entre generaciones: “Algo que creemos universal no lo es para los más jóvenes”.
El músico también destacó que figuras como Dave Grohl o Snoop Dogg han ganado popularidad al expandirse más allá de la música, incursionando en medios como la televisión. Esto, según Simmons, es lo que define a los íconos modernos, algo que el rock no ha conseguido replicar en décadas recientes.
A pesar de su amor por el género, Simmons sigue convencido: el rock, como fuerza cultural masiva, ha perdido su vitalidad. “Lo que era común para todos, hoy ya no lo es”.