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El 19 de octubre, Ozzy Osbourne fue honrado al ingresar por segunda vez al prestigioso Salón de la Fama del Rock and Roll, esta vez en reconocimiento a su carrera en solitario. Ya en 2006, había sido incluido como parte de la legendaria banda Black Sabbath.
Durante la ceremonia, Ozzy, conocido como el “Príncipe de las Tinieblas”, expresó su agradecimiento desde su asiento, ya que no pudo actuar esa noche. En su breve discurso dijo: “Gracias a todos. Todavía no me lo creo. Mis fans han sido leales durante tantos años y no puedo agradecérselo lo suficiente. He tenido la suerte de tocar con grandes músicos, como Randy Rhoads. Si no lo hubiera conocido, no estaría aquí hoy”.
El evento estuvo lleno de tributos de estrellas del rock como Billy Idol, Maynard James Keenan (de Tool) y Jelly Roll, quienes interpretaron clásicos de Ozzy como “Crazy Train” y “Mama I’m Coming Home”. La banda que acompañó incluyó a Zakk Wylde, Wolfgang Van Halen y Robert Trujillo (Metallica), entre otros.
Un emotivo discurso del actor Jack Black también marcó la ceremonia, destacando la influencia de Ozzy en la creación del heavy metal y su impacto en generaciones de fanáticos.
Con esta segunda inducción, Ozzy Osbourne reafirma su lugar entre los grandes del rock, junto a otros íconos como Led Zeppelin, Queen y Metallica, inmortalizados en el museo del Salón de la Fama del Rock and Roll, ubicado en Cleveland, Ohio.