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El vínculo musical entre Keith Richards y Tom Waits, una asociación que abarca casi cuatro décadas, es un testimonio de su reverencia compartida por la esencia de la música estadounidense.
Su colaboración comenzó a mediados de la década de 1980 después de que ambos artistas ya habían dejado huellas significativas en el mundo de la música: Richards con los legendarios Rolling Stones y Waits como pionero dentro del ámbito de los cantautores de la década de 1970.
Su primera colaboración llegó con el álbum de Waits de 1985 “Rain Dogs”, un proyecto para el que Waits sintió que Richards tenía una comprensión única. Waits apreció la espontaneidad y el espíritu vibrante de Richards en el estudio, cualidades que llevaron a Keith Richards a contribuir en temas como ‘Blind Love’, ‘Union Square’ y ‘Big Black Mariah’.
La asociación se solidificó aún más cuando Waits proporcionó coros para el álbum de 1986 de The Rolling Stones “Dirty Work”, demostrando el respeto mutuo y la camaradería entre los dos.
La colaboración no se detuvo ahí; continuó con ‘That Feel’, un dúo co-escrito en el álbum de Waits de 1992 “Bone Machine”, y vio a Richards contribuir a cuatro pistas en el álbum de Waits de 2011 “Bad As Me”.
Su conexión no fue solo profesional, sino profundamente personal, y ambos artistas expresaron su admiración por la musicalidad y el carácter del otro. Richards describió una vez a Waits como “un verdadero hombre rítmico”, mientras que Waits comparó a Richards con una sartén resistente, destacando su durabilidad y adaptabilidad en el panorama musical.
Curiosamente, su colaboración inicial en “Rain Dogs” comenzó a partir de una broma de Waits, sugiriendo la participación de Richards sin esperar que se convirtiera en realidad.
Sin embargo, la participación real de Richards en el álbum marcó el comienzo de una fructífera y duradera amistad musical. Waits ha elogiado a Richards por su atención al detalle y su profundo conocimiento de los matices de la música, comparándolo con un arqueólogo en su búsqueda del conocimiento musical.
Su colaboración es más que una serie de sesiones de estudio; Es un reflejo de su pasión compartida por la música y la exploración, creando una sinergia única que ha contribuido a algunos momentos memorables en la historia de la música.