
Kim Thayil, el guitarrista de Soundgarden, revela que la etiqueta “grunge” fue esencialmente una estrategia comercial y que las bandas asociadas no compartían aversión hacia grupos como Mötley Crüe.
En una declaración que desafía la noción de que el grunge fue una auténtica corriente musical, Thayil describe la etiqueta como “algo de marketing” en lugar de una representación genuina de la diversidad de las bandas de los años 90.
Thayil recuerda cómo Seattle estaba creando un sonido único, diferente de otras escenas musicales, pero la identificación con la etiqueta “grunge” no era algo con lo que ninguna de las bandas se sintiera cómoda.
“No pensábamos que fuera grunge”, aclara Thayil, destacando que la categorización como tal surgió más tarde como parte de una estrategia de marketing.
A pesar de que Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam y Alice in Chains fueron agrupados bajo la etiqueta “grunge”, Thayil subraya que cada una desarrolló su propio estilo musical con el tiempo, aunque inicialmente compartían influencias y experiencias comunes.
Thayil también desmiente la creencia de que el “grunge” deliberadamente acabó con la escena del hair metal de los años 80, revelando que ninguno de ellos realmente escuchaba ese género. Aunque no tenían aversión a ello, sus preferencias musicales estaban más enfocadas en otras direcciones.
Curiosamente, Thayil confiesa que Mötley Crüe, una banda emblemática del hair metal, era conocida y apreciada por ellos. Destacando su álbum debut, “Too Fast For Love”, Thayil reconoce que la banda encajaba en el canon del punk rock, desafiando así las suposiciones convencionales sobre las divisiones entre géneros en esa época.