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Jeff Pilson, miembro de la banda de rock Foreigner, ha adoptado una postura firme contra el uso de pistas de acompañamiento en las actuaciones en vivo, enfatizando la importancia de la autenticidad en la música. Él cree que el éxito de Foreigner en las últimas dos décadas se debe en parte a su compromiso de actuar en vivo sin pistas de acompañamiento.
Jeff Pilson, que se desempeña como director musical de la banda, insiste en la política de “no pistas”, que siente que resuena con el público y contribuye a la base de fans dedicados de la banda.
Este tema ha generado debates dentro de la industria musical, con diferentes opiniones sobre el uso de la tecnología en las actuaciones en vivo. Sebastian Bach, otra figura prominente de la música rock, comparte el desdén de Pilson por las pistas de acompañamiento. Critica a las “bandas de cintas” por carecer de autenticidad y prevé un momento en el que serán expuestas por no ser verdaderos músicos. Sebastian Bach aboga por las actuaciones en vivo genuinas, creyendo que crean un impacto más significativo en la audiencia.
Contrastando estos puntos de vista está Zach Myers de Shinedown, quien defiende el uso de pistas de acompañamiento. Myers argumenta que el objetivo es ofrecer el mejor sonido posible y cuestiona por qué el uso de tales herramientas es controvertido.
Señala que muchos artistas de rock han estado usando pistas pregrabadas desde la década de 1980 para mejorar sus actuaciones en vivo. Myers cree que, si bien Shinedown podría funcionar sin estas pistas, eligen usarlas para lograr la calidad de sonido que desean.
Estas diferentes perspectivas ponen de relieve el debate en curso sobre el papel de la tecnología en la música en directo, revelando una división entre los tradicionalistas que valoran las actuaciones crudas y sin ayuda y los que adoptan los avances tecnológicos para mejorar sus espectáculos.